LIDERAZGO E INTELIGENCIA EMOCIONAL
Por: Carlos Cevallos
Dentro de las características del liderazgo, tenemos entre varias la personalidad, carisma, atributos físicos, carácter, oratoria, etcétera. Que conforman un conjunto de cualidades perseptibles para las demás personas a lo largo del tiempo; la existencia de cualidades o ausencias, van determinando, en buena medida, el tipo de liderazgo y su efectividad.
En razón de lo anterior se pueden observar líderes con altos contenidos éticos, enérgicos, autocráticos, democráticos, etcétera. Sin embargo, consideramos que difícilmente el liderazgo no puede ser exitoso en los tiempos actuales, si no cuenta con el elemento de la inteligencia emocional; la que podemos entender como el conglomerado de capacidades que dan facilidad a las personas para comprender las emociones personales y ajenas, y a partir de ese entendimiento tener una visión más amplia para la toma de decisiones.
Consideramos que antes de entrar a las características o cualidades de la inteligencia emocional es necesario transmitirle, a nuestros lectores, que la inteligencia emocional debe tener como esencia la estabilidad emocional de la persona, pues no se podrá entender un razonamiento emocionalmente inteligente si no se tiene el aplomo que permita el análisis frío de las circunstancias
Son características de la inteligencia emocional:
- La capacidad que debe tener el líder de observar los efectos que su forma de desempeñarse puedan tener en sus colaboradores.
- La capacidad analítica que le permita reconocer sus propias fortalezas y las de los demás. Situación que entraña el tener confianza en sí mismo.
- La suficiente posesión de su persona y de sus emociones que le permitan frenar y controlar, los sentimientos muy humanos, relacionados al ego e inclusive el deseo de “dominación” alejado de la razón de los demás.
- La proyección en sus palabras y en sus conductas de ser respetable y franco.
- El entendimiento o empatía con relación a las necesidades y motivaciones de sus colaboradores o terceras personas.
- La responsabilidad, en el sentido de asumirla, en tanto a sus acciones y sus consecuencias, sean exitosas, de fracaso o riesgo.
Estas características deben ser cotidianas y naturales en el ejercicio del liderazgo, para que de manera positiva se pueda desarrollar el mismo, así como entender que, lo opuesto a las cualidades señaladas entorpecerá la dirección de la empresa, por eso es importante que todas las personas, directivos, empleados y accionistas, estemos pendientes en acrecentar el desarrollo de la estabilidad e inteligencia emocional, lo que indudablemente será redituable en la productividad, ambiente de trabajo y beneficios de la organización.
Ciudad de México, Julio 2020.